CONOCIENDO A TU BUDA INTERIOR


Thich Nhat Hanh, monje budista, habla de las enseñanzas de Buda, entre ellas, el no-Yo (sin ego o el Yo superior), la interdependencia, y el amor verdadero, formas de conocer a tu Buda interior en el proceso que conduce desde el despertar consciente a la iluminación.

Dejo el link de una transcripción de los extractos más interesantes de la entrevista realizada por Melvin McLeod.

Realmente una entrevista para no perderse.

LA ESCUELA DEL DESPERTAR

Trata de imaginar que Dios creo el universo solo para una de las 10 millones de especies y aun mas, que fue creado solo para una parte de esa especie o genero o division religiosa (Parte 3/3)

Tememos a la oscuridad e ironicamente vivimos en ella (Parte 2/3)

Nosotros los humanos, somos capaces de la grandeza (Parte 1/3)

El punto azul pálido...


Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez escuchaste, todos los seres humanos que han existido, han vivido en el. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol. La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido

Meditación es ver el conmovedor y siempre cambiante movimiento de la vida.


El hombre que ha progresado de ser un pecador a ser un santo, ha pasado de una ilusión a otra. Todo este movimiento es una ilusión.
Cuando la mente lo ve, no crea más ilusiones, deja de medir. Por lo tanto, el pensamiento termina en relación con ese llegar a ser mejor.
De ahí surge un estado de liberación, y esto es sagrado. Esto solo, puede quizás recibir aquello que es eterno.






-J. Krishnamurti
 Boletín 40 de la Krishnamurti Foundation Trust

j. Krishnamurti: LA PERSECUCIÓN DEL PLACER

KRISHNAMURTI: Señor, si es que puedo hacerle una pregunta, ¿cuál es su profundo, fundamental y perdurable interés en la vida? ¿sabrían cuál es su fundamental, perdurable y total interés?

Interlocutor: Ser libres. Queremos ser felices. Yo estoy realmente interesado en mí mismo...

KRISHNAMURTI: ...como la mayoría de nosotros lo estamos; interesado en mi progreso, interesado en mi empleo, en mi pequeña familia, en alcanzar una posición mejor, más prestigio, más poder, en dominar a otros, etcétera, etcétera. Pienso que sería lógico, ¿no es cierto?, admitir para uno mismo que esto es lo que nos interesa a la mayoría de nosotros: primero yo, y después todo lo demás.

Interlocutor: Y eso es muy malo.

KRISHNAMURTI: Yo no pienso que sea malo. ¿Qué hay de malo al respecto? Ya lo ve, señor, eso es lo que hacemos todo el tiempo. Tomemos ahora ese hecho: la mayoría de nosotros estamos interesados en el pequeño rincón en que vivimos, no sólo externamente sino también en lo interno. Eso es lo que nos interesa, pero nunca nos lo admitimos con franqueza, con honestidad. Si lo hacemos, nos sentimos más bien avergonzados, y entonces agregamos comentarios como: «No creo que eso sea correcto», «eso está mal», «eso no ayuda a la humanidad», y todo el bla, bla, bla. Eso es entonces; cada uno se interesa fundamentalmente en sí mismo y piensa que ello es malo (por diversas razones, ideológicas, tradicionalistas, etc.). El hecho real y cotidiano es que uno está interesado en su propia persona, y ustedes piensan que eso es malo. Pero lo que ustedes piensen está fuera de cuestión, carece en absoluto de validez. ¿Por qué introducir ese factor? ¿Por qué decir «eso está mal»? Esa es una idea, ¿verdad?, es un concepto. Lo que es, es el hecho de que uno solamente se interesa en sí mismo.

Interlocutor: Cuando yo hago algo para otros me siento más satisfecho. Veo que el estar solamente interesado en uno mismo no es satisfactorio, pero trabajar en una escuela o ayudar a otro es más satisfactorio que pensar en uno mismo, lo cual no satisface tanto.

KRISHNAMURTI: ¿Cuál es la diferencia? Usted desea satisfacción, lo cual es interés egocéntrico. Véalo por sí mismo, señor. Si usted busca satisfacción en ayudar a otros y eso le brinda una satisfacción más grande, usted sigue egocéntricamente interesado en aquello que le ofrece mayores satisfacciones. ¿Por qué introducir ahí concepto ideológico alguno? Deseamos libertad porque eso es mucho más satisfactorio, y el vivir una pequeña vida mezquina no satisface tanto. ¿Por qué tener entonces esta doble forma de pensar? ¿Por qué decir que lo uno es satisfactorio y lo otro no lo es? ¿Comprende, señor? ¿Por qué no decir: lo que quiere realmente es satisfacción, sea en el sexo, en la libertad, en ayudar a otros, en llegar a ser un gran santo, o un político, o un ingeniero, o un abogado? Es todo el mismo proceso, ¿verdad? Satisfacción de múltiples maneras, tanto obvias como sutiles; eso es lo que deseamos. ¿Correcto? Cuando decimos que queremos libertad, la queremos porque pensamos que tal vez ella sea tremendamente satisfactoria; y la satisfacción primordial es, por supuesto, esta peculiar idea de la autorrealización.

Interlocutor: Entonces debemos librarnos de esta búsqueda de satisfacción. Yo no estoy especialmente interesado en la satisfacción, pero me gustaría saber por qué estoy insatisfecho.

KRISHNAMURTI: (¡Oh, mi Dios!) ¿Cómo sabe usted que está insatisfecho? ¡Porque ha conocido la satisfacción! (Risas). No rían, señores, tengan la bondad de no reírse. Esto no es un hábil urdir de argumentos, por favor. ¿Por qué estoy insatisfecho? Porque estoy casado y eso no me brinda satisfacción; porque voy al templo y allí tampoco obtengo satisfacción (sigan todo esto). Acudo a reuniones y eso carece de significación; miro los árboles y nada siento. Y así, gradualmente, me torno insatisfecho con todo lo que veo, o tengo, o he sentido. ¿Qué significa esto? ¡Que estoy a la búsqueda de una satisfacción en la cual no haya insatisfacción alguna! ¿Correcto? Ahora bien, ¿por qué buscamos satisfacción? No se trata de que eso sea correcto o incorrecto, sino de cuál es el mecanismo de esta búsqueda. A usted le satisface comer, ¿no es cierto?, si dispone de buena comida. ¿Por qué? Porque uno está hambriento y es bueno liberarse de la sensación de vacío. Elevémonos un poco más hasta el sexo. Muy satisfactorio, aparentemente. ¡Están todos callados! También resulta muy satisfactorio tener una posición desde la cual uno puede dominar a otros, ¿verdad? Usted se siente poderoso, siente que está en situación de ordenar a otros para que hagan cosas, y eso es altamente satisfactorio. Uno busca diferentes modos de hallar gratificación, por medio de la comida, del sexo, de la posición, de cultivar diversas virtudes, etc. ¿Por qué? Puedo comprender que cuando usted necesita alimento se sienta gratificado al comerlo, ¿pero por qué moverse hacia otro nivel en procura de satisfacción? ¿Y existe tal cosa? Me siento satisfecho cuando como y deseo una variedad de alimentos; y si tengo dinero y apetito suficientes, me los procuro. También deseo una buena posición en la sociedad, una posición respetable, lo cual es muy gratificante porque entonces estoy seguro, con una gran casa, un policía en la puerta y todas esas cosas. Después de eso, quiero más: una casa más grande y otros dos policial, etc. Ahora bien, ¿qué es este anhelo de gratificación? ¿Comprenden, señores? Este anhelo ¿qué es? Tengo anhelo de alimento y lo como, si es que puedo conseguirlo. Pero el anhelo de posición... Tomemos esta sola cosa. La mayoría de nosotros desea posición: ser el mejor ingeniero, el mejor abogado, el presidente de alguna sociedad, esto o aquello. ¿Por qué? Aparte del dinero que eso procura, aparte de la comodidad ¿por qué este anhelo?

Interlocutor: Quiero demostrar a otros lo que soy capaz de realizar.

KRISHNAMURTI: ¡Lo cual implica hacer que sus semejantes se sientan envidiosos! Si usted no tuviera su posición, sería nadie. Despoje al Papa de sus vestiduras, o al sannyasi de su «tamasha» y él sería nadie. ¿Es eso? ¿Estamos, pues, temerosos de ser nadie y por eso queremos posición? ¿Ser considerados un gran erudito, un filósofo, un maestro? Si usted se encuentra en esa posición, ello es muy gratificante: tener su nombre impreso en los diarios y la gente que acude a usted, etcétera. ¿Es la razón por la cual hacemos todo esto? O sea, que en lo interno somos tan sólo gente común que sufre, gente con conflictos, peleas familiares, amargura, ansiedad, y el miedo que está ahí permanentemente. Y disfrutar de una posición externa en la cual soy mirado como un ciudadano tremendamente respetable, es muy satisfactorio. ¿Verdad? Yo pregunto: «¿Por qué deseo esta posición externa?» Y la respuesta es: «La quiero porque en mi vida diaria soy sólo un triste e insignificante ser humano». ¿Correcto? ¿Es así? (Pausa larga). internamente soy una triste pequeña entidad con toda clase de dogmas, creencias en Dios, rituales y todo eso; por dentro soy un torbellino de males y miserias, ¡y afuera quiero un policía en la puerta! Ahora bien; ¿por qué este anhelo de posición externa? ¿Comprenden? ¿Por qué?  ¿Cuál es la razón? No lo reduzca a la palabra «egoísmo», señor. ¿Por qué anhela usted una posición? No diga que ello se debe a las circunstancias, a que uno ha sido puesto en esa situación por la sociedad, a que fue condicionado de esa manera.

Interlocutor: Es algo natural.

KRISHNAMURTI: ¿Es algo natural? ¡Oh, señor! Usted dice una cosa y luego salta a otra. ¿Ha observado alguna vez a los animales, señor? Usted habrá estado en un gallinero; ¿ha advertido que siempre hay un pollo picoteando a otro? Existe como una orden, un mandato de picotear. Tal vez lo hayamos heredado ‑dominar, ser agresivos-. Buscar una posición es una forma de agresión, ¿no? Por supuesto que lo es. Pienso que el santo que busca una posición con miras a su santidad, ¡es tan agresivo como el pollo en el gallinero! Yo no sé si ustedes siguen todo esto. No, no lo hacen. Tal vez hemos heredado este instinto agresivo de dominar, de tener una posición. ¿Correcto? ¿Y qué es lo que hay implícito en esto, en esta agresión, en este tener una posición social (una posición que debe ser reconocida por los demás, de otro modo no es posición en absoluto)? Uno siempre tiene que estar sentado sobre la plataforma. ¿Por qué? (Pausa). Por favor, prosigan con ello, señores, yo estoy haciendo todo el trabajo. ¿Por qué son ustedes agresivos? (La audiencia sugiere algo). No, señor, no es cuestión de que falte algo. Oh, ¿cómo vamos a discutir con un grupo de personas que nunca quieren investigar nada? Existe la agresión, ¿verdad? Cuando yo deseo una posición en la sociedad, que sea reconocida por la sociedad, ello es una forma de agresión

Extracto del libro La persecucion del placer

Atencion: ¿Es la concentración un desperdicio de energía?

¿cómo se ha de estar atento? Por favor, sigan esto. Sabiendo que uno no está atento, sabiendo que desarrolla una cierta cantidad de concentración, lo cual implica un ejercicio de la voluntad que excluye y resiste, sabiendo que cualquier forma de esfuerzo que a su vez constituye voluntad- no es atención, ¿cómo ha de hacer uno para atender? Porque si ustedes conceden su total atención a cualquier cosa que hagan y, en consecuencia, hacen muy poco, lo que hagan lo harán completamente con el corazón, con la mente, los nervios, con todo cuanto tienen.

¿Y cómo ha de producirse esta atención, naturalmente, sin esfuerzo alguno, sin el ejercicio de la voluntad, sin utilizar la atención como un medio para alguna otra cosa?

Esta atención se produce, pues, de manera natural y fácil cuando ustedes saben que están desatentos. ¿Correcto? Cuando se dan cuenta de que no están atentos, de que no prestan atención, ese solo darse cuenta es ya estar atento y entonces no tienen que hacer ninguna otra cosa. ¿Comprenden? Ustedes llegan a lo positivo mediante la negación, no por la persecución de lo positivo. Cuando emprenden cosas sin acción negativa actúan en un estado de inatención, y el darse cuenta de que uno actúa en estado de inatención es atención. Esto torna la mente muy sutil, tremendamente alerta, porque entonces no hay desperdicio de energía.

El poderoso derrame de iluminación de Jill Bolte Taylor

     La Dra Jill Bolte Taylor es una neuroanatomista de Harvard, que en el año 1996 tuvo una hemorragia cerebral. El hemisferio izquierdo de su cabeza dejo de funcionar y se puso en contacto con algo muy sutil.

De palabras de la Dra:
“Aún sigo viva y he encontrado el Nirvana"
    


Kumbh mela, el festival sagrado de la India

Millones de hindúes celebran el Kumbh Mela, una fiesta que los convoca a acudir a sus ríos para lavar sus pecados y obtener bendiciones. El festival es la peregrinación más grande sobre la tierra. Se espera que por estos días lleguen a Allahabad más de 100 millones de personas.

 



Un ladrón que pretende ser policía.


KRISHNAMURTI: Si mi conciencia es la conciencia del mundo. El mundo soy yo y el contenido de mi conciencia es el contenido del mundo. El contenido de la conciencia es la conciencia misma.

Naudé: Y también es la entidad que dice estar consciente. Sí. Una vez visto que el desorden ‑que es el dolor, el sufrimiento‑ significa desorden en esta conciencia indivisible, la pregunta siguiente es: ¿Qué ha de hacer uno al respecto?

KRISHNAMURTI: La conciencia del mundo es mi conciencia. En esa conciencia está contenida toda la conducta del hombre, la miseria humana, la crueldad, el daño: todas nuestras actividades están dentro de esa conciencia. Dentro de ella el hombre ha engendrado esta entidad que dice: «yo estoy separado de mi conciencia», el observador que dice: «Yo soy diferente de la cosa observada». Y el pensador que dice: «Mis pensamientos son diferentes de mí». En primer lugar, ¿es así?

Naudé: Todos creemos que las dos entidades son diferentes. Nos decimos No debo estar irritado, «no debo sufrir, debo mejorar, debo cambiarme a mí mismo» Decimos esto tácita o conscientemente todo el tiempo.

KRISHNAMURTI: Si el observador es lo observado, ¿cuál es la naturaleza del cambio en la conciencia? Cuando el observador está separado de aquello que observa, el cambio es entonces un mero truco de escamoteo con los diversos contenidos de la conciencia¿Y cuando el observador que desea cambiar se da cuenta de que él es parte de lo que ha de ser cambiado?

Naudé: Que él es, en realidad, un ladrón que pretende ser policía para atraparse a sí mismo.


- Fragmento de "La raiz del conflicto"

Comprender el desorden

La mente religiosa debe tener orden, no un orden de acuerdo con un modelo o con un esquema proyectado por usted o por algún otro. El orden, ese sentido de rectitud moral, surge cuando se comprende el desorden, la confusión en que uno vive.


J. Krishnamurti

¿Puede la mente descubrir cómo vaciarse de su contenido?

"El contenido de mi conciencia es mi infelicidad, mi desdicha, mis luchas, mis sufrimientos, las imágenes que he acumulado a lo largo de la vida, mis dioses, las frustraciones, los placeres, los temores, las agonías, los odios; eso es mi conciencia. ¿Puede todo ello ser completamente vaciado? Si ello no es posible, entonces debo vivir una vida desdichada, debo vivir en interminable sufrimiento. No hay esperanza ni desesperanza; estoy en una prisión. La mente ha de descubrir, pues, cómo liberarse ella misma de su contenido, vaciarlo totalmente, y no obstante vivir en este mundo. ¿Puede todo ello ser completamente vaciado? Debo descubrir entonces, la mente debe descubrir, cómo vaciarse de su contenido. Vale decir que no haya imagen y, en consecuencia, que no haya observador. La imagen significa el pasado. ¿Es posible, cuando usted me insulta, estar completamente alerta, atento, de modo tal que ello no deje marca? Cuando usted me adula, ninguna marca. Entonces no hay imagen. Las imágenes del pasado no tienen lugar. Si usted forma una imagen, entonces usted está relacionado con esa imagen. Me conecto entonces con las imágenes del pasado. Correcto. ¿Pero si usted no forma ninguna imagen? Entonces estoy libre del pasado. La mente puede vaciarse a sí misma de imágenes con sólo no formar una imagen ahora. Si yo formo una imagen ahora, entonces la relaciono con las imágenes del pasado. De modo, pues, que la conciencia, la mente, puede vaciarse a sí misma de todas las imágenes mediante el no formar una imagen ahora. Entonces hay espacio, no el espacio alrededor del centro. Y si uno ahonda, si uno indaga en ello más profundamente, entonces surge algo sagrado, algo no inventado por el pensamiento, y que nada tiene que ver con ninguna religión."


- Krishnamurti - La raiz del conflicto

Puedo ver «lo que es» sólo cuando no hay observador. Cuando usted miraba esas colinas, no había observador.

KRISHNAMURTI: Existe la división. «Yo debería ser esto» y «yo no debería ser aquello». Si pudiera comprender por qué existe esta división en mí; ¡oh, mire, mire! ¡Mire aquellas colinas! Maravillosas, ¿verdad?

Needleman: Bellísimas.

KRISHNAMURTI: Ahora, señor, ¿las mira usted con la división?

Needleman: No.

KRISHNAMURTI: ¿Por qué no?

Needleman: No hay «yo» que haga algo al respecto.

KRISHNAMURTI: Eso es todo. Usted nada puede hacer respecto de aquello. Aquí, con el pensamiento, uno piensa que si puede hacer algo.