JKrishnamurti: Sobre el amor

"Mientras la mente sea el árbitro no hay amor..."

"Sólo podéis conocer el amor cuando todas esas cosas han cesado, terminado; sólo cuando no poseéis, cuando no sois meramente emotivos en vuestra devoción por un objeto. Tal devoción es una súplica, es buscar algo en forma diferente. El hombre que ora no conoce el amor. Corno sois posesivos, como buscáis una finalidad, un resultado, mediante la devoción y la plegaria ‑lo cual os torna sentimentales, emotivos- es natural que no haya amor; y es obvio que no hay amor cuando no hay respeto. Podréis decir que sí tenéis respeto, pero vuestro respeto es para el superior; ello es simplemente el respeto que proviene de desear algo, es el respeto del temor. Si realmente sintierais respeto, seríais respetuosos con los inferiores y no sólo con los llamados “superiores”; y como ese respeto no lo tenéis, en vosotros no hay amor. ¡Cuán pocos entre nosotros somos generosos, magnánimos, compasivos! Sois generosos cuando os conviene, compasivos cuando esperáis algún provecho"


"Sólo amáis realmente cuando no poseéis, cuando no sois envidiosos, codiciosos, cuando sois respetuosos, cuando tenéis misericordia y compasión, cuando tenéis consideración por vuestra esposa, vuestros hijos, vuestro vecino, vuestros infortunados servidores "

Fragmento | La libertad primera y Ultima




J. Krishnamurti: LA VIDA DE RELACIÓN


9. LA VIDA DE RELACIÓN

Pregunta: A menudo ha hablado usted de la vida de relación. ¿Qué significa para usted?

KRISHNAMURTI: En primer término, no hay ser alguno que esté aislado. Ser es estar en relación, y sin relación no hay existencia. ¿Qué entendemos por relación? Es la conexión entre el reto y la respuesta en el trato de dos personas, de vosotros conmigo; es el reto que vosotros lanzáis y que yo acepto o al cual respondo; también el reto que yo os lanzo. La relación de dos personas crea la sociedad; la sociedad no es independiente de vosotros y de mí; la masa no es por sí misma una entidad separada, sino que vosotros y yo, en nuestra mutua relación, creamos la masa, el grupo, la sociedad. La relación es el darse cuenta de la conexión existente entre dos personas. ¿En qué se basa por lo general esa relación? ¿No se basa acaso en la llamada “interdependencia”, en la ayuda mutua? Decimos por lo menos que ella es ayuda mutua, auxilio mutuo, y así sucesivamente; pero en realidad, independientemente de las palabras, de la resistencia emocional que ofrecemos los unos a los otros, ¿en qué se basa la relación? En la mutua satisfacción, ¿no es así? Si yo no os agrado, prescindís de mí; si yo os agrado, me aceptáis como esposa, vecino o amigo. Ese es el hecho.
¿Qué es lo que llamáis “familia”? Evidentemente, es una relación de intimidad, de comunión. En vuestra familia, en la relación con vuestra esposa, con vuestro esposo, ¿existe comunión? Eso, por cierto, es lo que entendemos por relación, ¿verdad? La relación significa comunión en la que no hay temor, libertad para comprenderse el uno al otro, para comunicarse al instante. Es obvio que la relación significa eso, estar en comunión con otro. ¿Lo estáis vosotros? ¿Estáis en comunión con vuestra esposa? Tal vez lo estéis físicamente, pero eso no es relación. Vosotros y vuestra esposa vivís en lados opuestos de un muro de aislamiento, ¿no es así? Tenéis vuestros propios empeños, vuestras ambiciones, y ella tiene los suyos. Vivís detrás del muro y de vez en cuando miráis por encima de él, y a eso le llamáis “relación”. Eso es un hecho, ¿verdad? Podéis magnificarlo, suavizarlo, introducir un nuevo juego de palabras para describirlo, pero el hecho es ése: que vosotros y los que os rodean vivís aislados, y a esa vida en aislamiento le llamáis “relación”.
Si hay verdadera relación entre dos personas, lo cual significa que entre ellas hay comunión, entonces las implicaciones son enormes. Entonces no hay aislamiento; hay amor y no responsabilidad o deber. Las personas que se aíslan detrás de sus muros son las que hablan de deber y responsabilidad. El hombre que ama, no habla de responsabilidad, ama. Por lo tanto comparte con otro su júbilo, su pena, su dinero. ¿Son así vuestras familias? ¿Existe comunión directa con vuestra esposa, con vuestros hijos? Es obvio que no. Por consiguiente la familia es un mero pretexto para continuar con vuestro nombre y tradición, para que ella os dé lo que deseáis, en lo sexual o en lo psicológico, de suerte que la familia llega a ser un medio de autoperpetuación, de prolongar vuestro nombre. Esa es una clase de inmortalidad, de permanencia. La familia también se utiliza como medio de satisfacción. Yo exploto a los demás sin piedad, en el mundo de los negocios, en el mundo exterior político o social; y en el hogar procuro ser bueno y generoso. ¡Qué absurdo! O bien el mundo me agobia y quiero paz, y me voy a casa. En el mundo exterior yo sufro; me voy a casa y trato de hallar consuelo. Utilizo, pues, la relación como medio de satisfacción, lo cual significa que no me quiero ver perturbado por mis relaciones.
De suerte que la relación se busca donde hay mutua satisfacción, halago. Donde no halláis esa satisfacción, cambiáis de relaciones; o bien os divorciáis, o continuáis juntos pero buscáis satisfacción en otra parte, hasta hallar lo que buscáis, es decir, satisfacción, halago, y una sensación de estar protegidos y cómodos. Después de todo, esa es nuestra vida de relación en el mundo; y así es, en realidad. Se busca la relación donde pueda haber seguridad, donde vosotros como individuos podáis vivir en un estado de seguridad, en un estado de satisfacción, en un estado de ignorancia, todo lo cual causa siempre conflicto, ¿no es así? Si vosotros no me satisfacéis y yo busco satisfacción, es natural que haya conflicto, porque ambos buscamos seguridad el uno en el otro; y cuando esa seguridad se torna incierta, os ponéis celosos, os volvéis violentos, posesivos, y lo demás. La relación, pues, conduce a la posesión, a la condenación, a las exigencias autoafirmativas de seguridad, de comodidad y de satisfacción; y en eso, naturalmente, no hay amor.
Hablamos de amor, hablamos de responsabilidad, de deber, pero en realidad no hay amor; la realización se basa en la satisfacción, de lo cual vemos el efecto en la civilización actual. El modo como tratamos a nuestras esposas, a nuestros hijos, a los vecinos y amigos, es un indicio de que en nuestra vida de relación no hay realmente nada de amor. Ella es mera búsqueda de satisfacción. Y siendo ello así, ¿qué objeto tiene entonces la relación? ¿Cuál es su significación esencial? Si os observáis a vosotros mismos en relación con los demás, ¿no encontráis que la relación es un proceso de autorrevelación? ¿Mi contacto con vosotros no revela acaso el estado de mi propio ser, si me doy cuenta, si estoy bastante alerta para tener conciencia de mi propia reacción en la vida de relación? La relación es realmente un proceso de revelación de uno mismo, es decir, un proceso de conocimiento propio; y en esa revelación hay muchas cosas desagradables, pensamientos y actividades inquietantes, molestos. Como no me gusta lo que descubro, huyo de una relación que no es agradable hacia una relación que sea grata. La relación, por lo tanto, tiene muy poco sentido cuando sólo buscamos satisfacción mutua; pero se vuelve en extremo significativa cuando es un medio de revelación y conocimiento de uno mismo.
Después de todo, en el amor no hay relación, ¿verdad? Sólo cuando amáis algo y esperáis retribución de vuestro amor, hay una relación. Cuando amáis, es decir, cuando os entregáis a algo enteramente, plenamente, entonces no hay relación.
Si realmente amáis, si existe un amor así surge entonces algo maravilloso. En semejante amor no hay razonamiento, no existe el uno y el otro, hay unidad completa. Es un estado de integración, un completo ser. Esos momentos tan raros, dichosos, jubilosos, existen, entonces hay completo amor, comunión total. Lo que generalmente ocurre es que lo importante no es el amor sino el otro, el objeto del amor; aquel a quien se da el amor se vuelve lo importante, no el amor en sí. Por diversas razones, ya sean biológicas o verbales, o por un deseo de satisfacción, de consuelo, y lo demás, el objeto del amor llega entonces a ser lo importante; y el amor se aleja. Entonces la posesión, los celos y las exigencias causan conflicto, y el amor se aleja cada vez más; y cuanto más se aleja, tanto más el problema de la relación pierde su significación, su valor y su sentido. Por eso el amor es una de las cosas más difíciles de comprender. No puede provenir de una urgencia intelectual, no puede ser fabricado por diversos métodos, medios y disciplinas. Es un estado de ser cuando las actividades del “yo” han cesado; pero ellas no cesarán si simplemente las reprimís, las rehuís o las disciplináis. Es preciso que comprendáis las actividades del “yo” en todas las diferentes capas de la conciencia. Hay momentos en que realmente amamos, en que no hay pensamiento ni móvil; pero esos momentos son muy raros. Y es porque son raros que nos aferramos a ellos en el recuerdo y así creamos una barrera entre la viviente realidad y la acción de nuestra existencia diaria. Para comprender la vida de relación es importante comprender primero lo que es, lo que realmente está ocurriendo en nuestra vida, en todas las diferentes formas sutiles; y también lo que la relación significa en realidad. La relación es autorrevelación. Es porque no queremos revelarnos a nosotros mismos que nos refugiamos en la comodidad, y entonces la relación pierde su extraordinaria hondura, significación y belleza. Sólo puede haber verdadera relación cuando hay amor, pero el amor no es la búsqueda de satisfacción. El amor existe tan sólo cuando hay olvido de uno mismo, cuando hay completa comunión, no entre uno o dos sino comunión con lo supremo; y eso sólo puede acontecer cuando se olvida el “yo”.

Fragmento |La libertad primera y Ultima

J. Krishnamurti: EL NACIONALISMO


Pregunta: ¿Qué es lo que viene cuando el nacionalismo se va? KRISHNAMURTI:


La inteligencia, evidentemente. Pero temo que eso no sea lo que esta pregunta implica. Lo que ella implica es esto: ¿qué es lo que puede substituir al nacionalismo? Ninguna substitución es acto que traiga inteligencia. Si abandono una religión y me adhiero a otra, o dejo un partido político para ingresar más tarde en alguna otra cosa, esta constante substitución indica un estado en el que no ha inteligencia. ¿Cómo nos libramos del nacionalismo? Sólo comprendiendo plenamente lo que él implica, examinándolo, captando su significación en la acción externa e interna. En lo externo, él causa divisiones entre los hombres, clasificaciones, guerras y destrucción, lo cual es obvio para cualquiera que sea observador.


     En el fuero íntimo, psicológicamente, esta identificación con lo más grande, con la patria, con una idea, es evidentemente una forma de autoexpansión. Viviendo en una pequeña aldea, o en una gran ciudad, o donde sea, yo no soy nadie; pero si me identifico con lo más grande, con el país, si me llamo a mí mismo hindú, ello halaga mi vanidad, me brinda satisfacción, prestigio, una sensación de bienestar; y esa identificación con lo más grande, que es una necesidad psicológica para los que sienten que la expansión del “yo” es esencial, engendra asimismo conflicto, lucha entre los hombres.
     De suerte que el nacionalismo no sólo causa conflictos externos, sino frustraciones íntimas; y cuando uno comprende el nacionalismo, todo el proceso del nacionalismo, éste se desvanece. La comprensión del nacionalismo llega mediante la inteligencia. Es decir, observando cuidadosamente, penetrando el proceso integro del nacionalismo, del patriotismo, surge de ese examen la inteligencia; y entonces no se produce la substitución del nacionalismo por alguna otra cosa. En el momento en que reemplazáis el nacionalismo por la religión, la religión se convierte en otro medie, de autoexpansión, en una fuente más de ansiedad psicológica, en un medio de alimentarse uno mismo con una creencia. Por lo tanto, cualquier forma de substitución, por noble que sea, es una forma de ignorancia. Es como alguien que substituyera el fumar por la goma de mascar o el fruto del betel. En cambio, si uno comprende realmente, y en su totalidad, el problema del fumar, de los hábitos, sensaciones, de las exigencias psicológicas y todo lo demás, el vicio de fumar desaparece.
     Sólo podéis comprender cuando hay un desarrollo de la inteligencia, cuando la inteligencia funciona; y la inteligencia no funciona cuando hay substitución. La substitución es simplemente una forma de autosoborno, de incitaros a que no hagáis esto pero sí hagáis aquello.
     El nacionalismo con su veneno, sus miserias y la lucha mundial que acarrea sólo desaparece cuando hay inteligencia, y la inteligencia no surge por el mero hecho de pasar exámenes y estudiar libros.
     La inteligencia surge cuando comprendemos los problemas a medida que se presentan. Cuando hay comprensión del problema en sus diferentes niveles no sólo en la parte externa sino de lo que él implica en su aspecto interno, psicológico, entonces, en ese proceso, la inteligencia se manifiesta.
     Cuando hay, pues, inteligencia, no hay substitución; y cuando hay inteligencia desaparece el nacionalismo, el patriotismo, que es una forma de estupidez.

Del libro: La libertad primera y ultima

Sobre buenas ideas

Las buenas ideas, las ideas geniales, las ideas frescos, las que mueven, las que motivan, casi siempre se encuentran cuando uno no las busca, y tienen que ver mas con el silencio que con el enfrentar ideas….

La palabra niega la cosa.

¿Qué es la percepción, qué es el ver?
¿Cómo ven ustedes ese árbol? Mirénlo por un momento.
¿Con qué visión lo ven?
¿Es solamente una observación óptica, un mero mirar el árbol con la reacción de los ojos, observando la forma, el contorno, la luz sobre el follaje?
¿O cuando observan un árbol, lo nombran diciendo: “Ese es un roble”, y pasan de largo?

...Al nombrarlo, ya no están viendo el árbol la palabra niega la cosa.

¿Pueden mirarlo sin la palabra?


J. Krishnamurti: La Mente que no Mide

"Tenemos que investigar qué es observar. y ese observar es a traves de las relaciones
¿Cómo observan, en el espejo de la relación, lo que son realmente?
¿Qué significa observar? Ésta es, en verdad, otra cosa importante que hemos de
descubrir.
¿Qué significa mirar? Cuando miran un árbol, que es la cosa más bella, más exquisita que hay sobre la Tierra,
¿cómo lo miran?
¿Lo miran alguna vez, miran alguna vez la Luna nueva, el contorno de la Luna nueva, tan delicada, tan pura, tan joven?

¿Alguna vez la han mirado? ¿Pueden mirarla sin usar la palabra "luna"?
Todo esto, ¿les interesa realmente?

Continuaré, como un río que prosigue su curso. Ustedes están sentados a la orilla del río y lo contemplan, pero jamás llegan a ser el río, porque nunca participan del río, nunca se unen a la belleza del movimiento que no tiene principio ni fin. Así que, por favor, consideren lo que es observar.
Cuando observan un árbol, o la Luna, algo exterior a ustedes, siempre usan las palabras "árbol", "luna". ¿Pueden mirar la Luna, el árbol, sin nombrarlos, sin el contenido de la palabra, sin identificar la palabra con el árbol, con la cosa?
Ahora bien, ¿pueden mirar a la esposa, al marido, a los hijos, sin las palabras que los identifican, sin las imágenes? ¿Lo han intentado alguna vez?
Cuando observan sin una palabra, sin un nombre, sin la forma que han creado respecto de él o de ella, en esa observación no hay un centro desde el cual estén observando.
Descubran qué ocurre entonces.
La palabra es pensamiento.
El pensamiento se, origina en la memoria.
Tenemos, pues, la memoria, la palabra, el pensamiento, la imagen que interfiere entre uno mismo y el otro, ¿Correcto? Pero no hay pensamiento que mire, que observe, pensamiento en el sentido de la palabra, del contenido y significado de la palabra.
Entonces, en esa observación no hay un centro como el "yo" que mira al "tú".
Sólo así hay una verdadera relación con el otro.
En ello existe la cualidad de aprender, una cualidad, de indudable sensibilidad y belleza."
La Mente que no Mide 
Madrás, India, 26 de diciembre de 1982

Jiddu Krishnamurti: Preguntas y Respuestas sobre meditacion

Entrevistador: ¿Qué entiende usted por meditación? La palabra aparece con frecuencia en sus libros. Antes de venir a verlo, la busqué en el diccionario Oxford, y dice que meditar significa entregarse al pensamiento. Pero usted no quiere que nosotros hagamos eso.
Krishnamurti: Uno tiene que investigar esto para saber qué significa realmente; para mí es una de las cosas más importantes. Entrevistador: ¿Podría ello explicarse mejor si usted me dijera lo que la meditación no es?
Krishnamurti: Iba a sugerir justamente eso. Vea, existen distintas escuelas de meditación. Ofrecen diversos sistemas, métodos, y dicen que si uno practica estos métodos día tras día, obtendrá cierta forma de iluminación, cierta experiencia extraordinaria. En primer lugar, toda la idea de los sistemas y métodos implica repetición mecánica, y eso no es meditación. Ahora bien, ¿es posible no dejar que la mente se embote por la repetición y estar alertas a este movimiento del pensar, sin reprimir, sin tratar de controlar los pensamientos, sino sólo estar atentos a todo este impulso del pensar, a este parloteo constante?
Entrevistador: Pero nosotros verbalizamos nuestros pensamientos todo el tiempo, ¿no es así?
Krishnamurti: De eso se trata. El pensamiento existe sólo en palabras o en imágenes. La meditación exige la más extraordinaria de las disciplinas, no la disciplina de la represión y el ajuste, sino esa que surge cuando uno observa su pensar, cuando hay una observación del pensamiento. Esa observación misma trae su propia disciplina, una disciplina extraordinaria, sutil, que es absolutamente necesaria.
Entrevistador: ¿Para esto tiene uno que descartar el tiempo?
Krishnamurti: Señor, usted puede hacerlo en cualquier momento. Puede hacerlo cuando está sentado en un autobús, o sea, que puede prestar atención, observar, estar atento a lo que pasa a su alrededor y a lo que ocurre dentro de usted, puede estar alerta a todo ese movimiento. Vea, la meditación es en realidad una forma de vaciar la mente de todo lo conocido. Sin esto, usted no puede dar con lo desconocido. Para ver algo nuevo, totalmente nuevo, la mente tiene que vaciarse de todo el pasado. La Verdad, o Dios, o cualquier nombre que uno quiera darle, debe ser algo nuevo, no el resultado de la propaganda, del condicionamiento. El cristiano está condicionado por dos mil años de propaganda; el hindú, el budista, están igualmente condicionados. De modo que para ellos Dios o la Verdad es el resultado de la propaganda. Pero eso no es la Verdad. La Verdad es algo que vive día a día. Por lo tanto, la mente debe vaciarse para poder mirar la Verdad. Entrevistador: ¿Uno borra la pizarra, por así decirlo?
Krishnamurti: Eso es la meditación.
Entrevistador: Y entonces uno alcanza esta percepción relajada y total de “lo que es”.
Krishnamurti: De “lo que es”, correcto. Y “lo que es” no es algo estático, es extraordinariamente activo. Y, por lo tanto, la mente que de verdad se halla en meditación, la mente meditativa, es una mente muy silenciosa, y ese silencio no es producto de la supresión del ruido. No es lo opuesto del ruido. Adviene cuando la mente se ha comprendido por completo a sí misma; en consecuencia, no hay en ella ni un solo movimiento, lo cual implica que las células cerebrales mismas se han aquietado. Y entonces todo ocurre en ese silencio. Es algo extraordinario, si es que uno lo ha observado. Ésa es la verdadera meditación, no toda esta falsa aceptación de la autoridad, la repetición de palabras y todo ese negocio. Todo eso es un desatino.
Entrevistador: ¿Puedo tratar de recapitular, y usted me dirá si he entendido mal? La meditación, a mi parecer, es el proceso esencial para liberarnos del condicionamiento.
Krishnamurti: Así es, correcto.
Entrevistador: Y si yo descarto este peso muerto de la autoridad, si descarto todo lo que me han dicho, en ese instante estaré totalmente solo, pero en ese estar solo tengo una oportunidad de comprender lo que realmente soy.
Krishnamurti: Y lo que es la Verdad o Dios o el nombre que usted prefiera darle.


Fuente | jiddu-krishnamurti.net

MEDITACIÓN: La Mente Silenciosa por Krishnamurti

La dificultad de los seres humanos es que nunca han observado un árbol, un pajaro, sin división.
Y debido a que nunca observan totalmente a un árbol ó un pájaro, no pueden observarse a sí mismos completamente.

La experiencia personal tiene muy poca validez en los asuntos religiosos;
no obstante, los seres humanos han dado importancia a la persona.

La persona representa la tradición, la autoridad , la forma de vivir,
y a traves de eso esperan conseguir o alcanzar la iluminación o el cielo.

Pero la experiencia personal no tiene ningún valor en relación con la verdad.

Así, pues, negar la experiencia personal
es negar el “yo”, porque el”yo” es la esencia misma de toda experiencia, que es el pasado.

Porque la verdad no es algo que uno experimente; la verdad no es algo hacia lo cual uno avanza gradualmente; no es a traves de innumerables días de práctica, de sacrificio, de control, de disciplina, que uno puede alcanzarla.

Si lo hace, entonces es una experiencia personal, y si se trata de una experiencia personal, entonces hay división entre el “yo”, la persona y la cosa que uno experimenta. Aunque uno intente identificarse con esa experiencia, seguirá habiendo división.

¿Puede el hecho de ajustarse a un modelo – sea el que sea -- conducir a la verdad?
Es obvio que no.

“Quizás recuerden ustedes la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban paseando por la calle cuando vieron delante de ellos a un hombre que levantaba algo del suelo y, después de mirarlo, se lo guardaba en el bolsillo. El amigo preguntó al diablo:

“¿Qué recogió ese hombre?” “Recogió un trozo de la Verdad”, contestó el diablo. “Ese es muy mal negocio para ti, entonces”, dijo su amigo. “Oh, no, en absoluto”, replicó el diablo, “voy a dejar que la organice”.

Al ver cómo las religiones organizadas realmente han destruido la verdad, inculcando en el ser humano mitos absurdos para que se porte bien, si uno se da cuenta de todo eso, ¿ qué lugar tiene entonces la meditación? ¿Qué lugar tienen los guías, los gurús, los salvadores, los sacerdotes? .....

¿Es la meditación algo que deba practicarse diariamente? Practicar significa conformarse con un modelo, imitar, reprimir....; ya sabe, todo lo que está implicado en el conformismo.
¿Acaso uno medita porque se trata de una larga y establecida tradición?
¿Meditamos por eso? ............
¿Qué es la meditación tradicional, ya sea cristiana, hindú, budista, tibetana ó Zen? Ya sabe: todas las diferentes meditaciones y sus escuelas, para mí eso no es meditación en absoluto. Entonces ¿qué es meditación?.
¿Porqué hacer de la meditación un problema? Los seres humanos tenemos suficientes problemas, tanto físicos como psicológicos.

¿Porqué hacer de la meditación un problema más?
¿Por qué añadirle al ser humano un problema más, cuando ya tiene miles?
¿Es la meditación una forma de evadirse de los problemas, de evitar lo que realmente es y, por tanto, no es meditación en absoluto?
¿O la meditación es comprender el problema de vivir?
Si meditar representa un problema, si uno hace de la meditacion otro problema .... por ¡Dios! Déjela. ¿Comprende que quiero decir?

Personalmente, niego toda esa clase de meditación, toda práctica, el constante repetir una palabra como hacen en India, en Tibet, por todo el mundo, ya sea el Ave Maria o cualquier otra palabra. Repetir, repetir, repetir; eso no tiene ningún sentido: vuelve a la mente más absurda y grotesca de lo que es.

A menos que el ser humano sea una luz para sí mismo, nada tiene importancia, porque si depende de alguien, se encuentra entonces en un estado de perpetua ansiedad.

Primero tiene que solucionar sus problemas, ¿no es así?. Debe poner orden en la casa, en la casa en la que vive, y esa casa es el “yo” -- mis pensamientos, mis sentimientos, ansiedades, culpa, pena,....--, debe poner orden ahí. Sin ese orden, ¿cómo seguir adelante?.

No estoy buscando orden; estoy viendo que hay desorden y quiero saber porqué lo hay. No pretendo encontrar orden, porque entonces aparecen todos los gurús y todo lo demás.

De modo que no deseo orden; sólo quiero descubrir por qué en nuestras vidas hay tal caos y desorden. 
El ser humano tiene que descubrirlo, no pedirle a alguien que le diga si hay desorden. Si uno intenta solucionar el desorden será siempre alguna idea preconcebida del orden; es decir, según el orden cristiano, el orden hindú, el orden socialista, el orden comunista ...; cualquier orden. Mientras que si uno observa completamente el desorden, entonces ahí no hay dualidad.

Mirar el desorden sin el “yo”. ¿Es eso posible?. Porque entonces eso es meditación. ¿Lo entiende señor?, no toda esa tontería de la que hablan.

Observar sin división, observar sin el “yo”, que es la misma esencia que el pasado, ese “yo” que afirma, “debería”, “no debería”, “tengo que”, “no tengo que”; ese “yo” que dice: “ he de alcanzar”, “ he de llegar a Dios”, o lo que sea. Entonces, ¿es posible observar sin el “yo”?.

Uno no puede experimentar la inmensidad del océano. Ahí está para que uno lo mire; pero no es su océano. Así pues, si deja todo eso a un lado surge la pregunta: ¿es posible observar sin el “yo”?; observar este desorden total de los seres humanos, sus vidas, el modo en que viven...; ¿es posible observarlo sin división?

Para observar totalmente, no debe haber ninguna evaluación en absoluto La meditación no es la búsqueda de una experiencia trascendental que le proporcionará gran energía para volverse más malicioso. La meditación no es un logro personal, ni sentarse cerca de Dios. La meditación es un estado de la mente en la cual el “yo” esta ausente y, por tanto, esa misma ausencia trae orden, y deber haber ese orden para seguir adelante. Sin ese orden las cosas se vuelven absurdas.

¿Puede la mente observar sin tiempo, sin la memoria, que es el alimento de la mente?
Como ve señor, después de todo, lo único que uno puede hacer es señalar y ayudar a la persona a ir hacia la puerta; pero de ella depende abrir esa puerta.

Una mente que ha investigado, que ha indagado todo esto, se vuelve extraordinariamente activa y, por tanto, silenciosa.

Para observar el desorden, el “yo” con sus recuerdos, con sus estructuras del tiempo, no debe estar presente; entonces en esa cualidad hay una quietud en la mente que observa, y esa quietud no es algo que se consiga por ninguna práctica, sino que viene con naturalidad cuando uno tiene orden.

La dificultad de los seres humanos es que nunca han observado un árbol, un pajaro, sin división. Y debido a que nunca observan totalmente a un árbol ó un pájaro, no pueden observarse a sí mismos completamente.

Somos afortunados, vamos a morir.


"Somos afortunados, vamos a morir."
 Richard Dawkins escribió estas palabras para su propio funeral,

Recomiendo ver el vídeo.
El original AQUÍ

Sobre la felicidad


¿Andamos en busca de la felicidad, o lo que buscamos es alguna clase de satisfacción de la que esperamos derivar felicidad? Hay una diferencia, por cierto, entre felicidad y satisfacción. ¿Podéis buscar la felicidad? Tal vez podáis hallar satisfacción; pero, ciertamente, no podéis encontrar la felicidad. La felicidad, sin duda, es un derivado; es un producto accesorio de alguna otra cosa. Antes, pues, de consagrar nuestra mente y corazón a algo que requiere gran dosis de seriedad, de atención, de pensamiento, de cuidado, debemos descubrir -¿no es así?- qué es lo que buscamos; si es felicidad o satisfacción."

Jiddu Krishnamurti.
Extracto de "El Conocimiento de Uno Mismo".
1975.

Si tenéis fe como un grano de mostaza...



Yo os aseguro: Si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Desplázate de aquí allá, y se desplazará, y nada os será imposible.

¡Señor! Yo nunca he desplazado una montaña. Ni siquiera una colina de mi dulce aldea. Y estoy convencido de que nunca conseguiré hacerlo.
En clase me han enseñado la manera de construir un silogismo. Ha llegado el momento de poner en práctica aquellas enseñanzas. Probémoslo.
Tú has dicho: si tenéis fe, desplazaréis las montañas. Es así que yo no he logrado nunca desplazar una montaña. Luego no tengo fe. ¡Perfecto!, aunque esto no resulte muy consolador para mí. No tengo fe.
He recitado millares de veces la profesión de fe, el credo, ¡hasta soy capaz de meterme en una sólida disquisición sobre el Filioque!, pero no tengo fe. He estudiado a santo Tomás y puedo codearme con los teólogos modernos más «avanzados». Pero no tengo fe. Estoy en disposición de responder con desenvoltura a las principales objeciones «contra la fe». Pero no tengo fe. Jamás he desplazado a una montaña. Porque no lo he intentado nunca. Y no lo he intentado nunca porque tenía miedo de fracasar. Estaba «vacilante» (Mc 11,23).  Por consiguiente, no tenía fe.  
...Espero milagros de ti, Señor. 
...Estoy hambriento de ellos. Y me olvido de que tú realizabas los milagros cuando veías la fe de los que te rodeaban. La fe era el muelle que hacía saltar tu omnipotencia, y no viceversa.

La fe es el camino seguro que conduce al milagro. Yo, por el contrario, espero el milagro para empezar a caminar por el camino de la fe.

Si tenéis fe como un grano de mostaza... 

Será conveniente que me dirija a los expertos en botánica. Para saber si existe todavía algo más pequeño que un grano de mostaza...


Fragmento de "Evangelios Molestos" de Ponzato Alessandro 

Sobre la sabiduría: Paramahansa Yogananda


"La sabiduría no se obtiene «insuflando» conocimientos desde el exterior. Es el poder y la capacidad de tu receptividad interior lo que determina cuánto conocimiento verdadero puedes alcanzar y cuán rápidamente. Puedes ciertamente acelerar tu evolución despertando y aumentando el poder receptivo de las células cerebrales. "

 Paramahansa Yogananda

Orar y pedir, pedir y orar...




Si pudieras elegir, ¿qué elegirías? ¿que se te concediera lo que pides o la gracia de vivir en paz, aunque no la hubieras pedido?




       En la antigua India se concedía mucha importancia a los ritos védicos, de los que se decía que funcionaban tan ”científicamente” que, cuando los sabios pedían la lluvia, jamás se producía una sequía. Así es que, conforme a dichos ritos, un hombre se puso a rezarle a Lakshmi, la diosa de la abundancia, para que le hiciera rico. 
       Estuvo orando sin éxito durante diez largos años, al cabo de los cuales comprendió de pronto la naturaleza ilusoria de la riqueza y abrazó una vida de renuncia en el Himalaya. Un buen día, mientras se hallaba sentado y entregado a la meditación, abrió sus ojos y vio ante sí a una mujer extraordinariamente hermosa, tan radiante y resplandeciente como si fuera de oro. 
“¿Quién eres tú y qué haces aquí?”, le preguntó. 
“Soy la diosa Lakshmi, a la que has estado rezando himnos durante doce años”, le respondió la mujer, “y he decidido aparecerme ante ti para concederte tu deseo”. “¡Ah, mi querida diosa!”, exclamó el hombre, “ahora ya he adquirido la dicha de la meditación y he perdido el deseo de las riquezas. Llegas demasiado tarde... Pero dime, ¿por qué has tardado tanto en venir?”. “Para serte sincera”, respondió la diosa, “dada la fidelidad con que realizabas aquellos ritos, habrías acabado consiguiendo la riqueza, sin duda alguna. Pero, como te amaba y sólo deseaba tu bienestar, me resistí a concedértelo”. 


El mejor devoto

El sabio indio Narada era un devoto del Señor Hari. Tan grande era su devoción que un día sintió la tentación de pensar que no había nadie en todo el mundo que amara a Dios más que él. 

El Señor leyó en su corazón y le dijo: “Narada, ve a la ciudad que hay a orillas del Ganges y busca a un devoto mío que vive allí. Te vendrá bien vivir en su compañía”. 

Así lo hizo Narada, y se encontró con un labrador que todos los días se levantaba muy temprano, pronunciaba el nombre de Hari una sola vez, tomaba su arado y se iba al campo, donde trabajaba durante toda la jornada. Por la noche, justo antes de dormirse, pronunciaba otra vez el nombre de Hari.

Y Narada pensó: “¿Cómo puede ser un devoto de Dios este patán, que se pasa el día enfrascado en sus ocupaciones terrenales?”

Entonces el Señor le dijo a Narada: “Toma un cuenco, llénalo de leche hasta el borde y paséate con él por la ciudad. Luego vuelve aquí sin haber derramado una sola gota”. Narada hizo lo que se le había ordenado. 

 “¿Cuántas veces te has acordado de mí mientras paseabas por la ciudad?”, le preguntó el Señor. 
 “Ni una sola vez, Señor”, respondió Narada. “¿Cómo podía hacerlo si tenía que estar pendiente del cuenco de leche?”

Y el Señor le dijo: “Ese cuenco ha absorbido tu atención de tal manera que me has olvidado por completo. Pero fíjate en ese campesino, que, a pesar de tener que cuidar de toda una familia, se acuerda de mí dos veces al día”.

¿Donde no estas, Señor?


Un santo sufi partió en peregrinación a La Meca. Al llegar a las inmediaciones de la ciudad, se tendió junto al camino, agotado del viaje. Y apenas se había dormido cuando se vio bruscamente despertado por un airado peregrino: “¡En este momento en que todos los creyentes inclinan su cabeza hacia La Meca, se te ocurre a ti apuntar con tus pies hacia el sagrado lugar...! ¿Qué clase de musulmán eres tú?”. 
El sufi no se movió; se limitó a abrir los ojos y a decir: “Hermano, ¿querrías hacerme el favor de colocar mis pies de manera que no apunten hacia el Señor?”.

Anthony de Mello: La oración de la rana

Resulta bastante misterioso el hecho de que, aun cuando el corazón humano ansía la Verdad, pues sólo en ella encuentra liberación y deleite, la primera reacción de los seres humanos ante la Verdad sea una reacción de hostilidad y de recelo. 
Por eso los Maestros espirituales de la humanidad, como Buda y Jesús, idearon un recurso para eludir la oposición de sus oyentes: el relato. Ellos sabían que las palabras más cautivadoras que posee el lenguaje son: “Érase una vez...”; y sabían también que es frecuente oponerse a una verdad, pero que es imposible resistirse a un relato. Vyasa, el autor del “Mahabharata”, dice que, si escuchas con atención un relato, nunca volverás a ser el mismo, porque el relato se introducirá en tu corazón y, como si fuera un gusano, acabará royendo todos los obstáculos que se oponen a lo divino. Aunque leas por puro entretenimiento los relatos que figuran en este libro, no hay ninguna garantía de que alguno de ellos no acabe deshaciendo tus defensas en un momento dado y explote cuando menos lo esperes. 



Si eres lo bastante temerario como para buscar la iluminación, te sugiero que hagas lo siguiente:.

A) Escoge un relato y llévalo en tu mente durante el día, de modo que puedas meditar en él en los momentos de ocio. Ello te permitirá ir “trabajando” tu subconsciente, y se te revelará su sentido oculto. Te sorprenderá comprobar cómo te viene, de un modo absolutamente inesperado, justamente cuando necesitas que te ilumine un acontecimiento o una situación y te proporcione perspicacia y bienestar interior. Será entonces cuando comprenderás que, al “exponerte” a estos relatos, estás asistiendo a un Curso de iluminación para el que no necesitas más “guru” que tú mismo.

B) Dado que cada uno de estos relatos es una revelación de la Verdad, y dado que la Verdad con “V” mayúscula significa la verdad acerca de ti, cerciórate de que, cada vez que leas un relato, estás buscando resueltamente un más profundo conocimiento de ti mismo. Se trata de que lo leas como si leyeras un libro de medicina -tratando de averiguar si padeces alguno de los síntomas que en él se describen-, no como si leyeras un libro de psicología -aplicando a todos, menos a ti mismo, las distintas rarezas y neuropatías-. Si cedes a la tentación de imaginarte a los demás, los relatos te harán daño.

Esta es la introducción de "advertencia" del libro "La oración de la rana" de Anthony de Mello que dejo en el link al final de esta entrada.

Lo que pretendió De Mello al compilar y re elaborar todos estos cuentos en este maravilloso libro, fue promover el 'despertar' de las mentes durmientes a la magia de la existencia -a su sinrazón, a la maravilla, a su inagotable creatividad. Sabía que para desperezar a una mente aletargada necesitaba del contrasentido, dar la vuelta a las cosas para que su significado emergiera con más fuerza, de promover una entendimiento que va más allá de las palabras.

Descargar | La oración de la rana


De los Upanishads



"Seria mas facil enrollar el cielo con una pequeña  tela, que obtener la felicidad verdadera sin conocer el YO."

- UPANISHADS

Relaxation & Meditation Timer: Herramienta on-line para meditar

Es indiscutible para algunos, ojalá para muchos mas, los múltiples beneficios de la meditación.
Sin embargo a pesar de este convencimiento muchos no logramos llevar esta práctica.
Escusas las hay de todos los colores. Uno de estos “problemas” es el hecho de tener tiempo libre y no aprovecharlo por la falsa creencia de requerir para esta practica mucho tiempo. Quizás sea así, pero mi realidad actual, me dicta que en este momento, en este aqui y ahora, tan solo puedo (o debo...) hacerlo un minuto.

Así que aprovechemos ese minuto y para quedarnos "tranquilos" de no pasarnos, de no estar pendiente del tiempo y entregarnos por completo a la practica,  les dejo una excelente herramienta para concretarlo. Un sencillo y práctico temporizador online de meditación:

El uso es sencillo. Se introducen en la parte izquierda (debajo de donde pone “Duration”) el tiempo que queremos dedicar. Más abajo (donde doce None) se introduce uno de los 30 temas musicales que aparecen al hacer click en las notas musicales.
Se presiona a “Begin” para empezar nuestra sesión y olvidarnos del mundo exterior.






 Web oficial | Poodwaddle

LA MENTE SILENCIOSA: Krishnamurti



LA MENTE SILENCIOSA es un video único y revolucionario que surge del encuentro entre el gran filósofo Jiddu Krishnamurti y el maestro budista Chogyam Trumpa Rimpoche. En esta conversación se tocan los conceptos más tradicionales y aceptados sobre la meditación, donde Krishnamurti insta a que cada uno busque la verdad por sí mismo y al margen del marco de las religiones organizadas, exponiendo con claridad la forma de investigar y de observar los movimientos internos.


Fuente | decidatriunfar.net
Descargar | la mente silenciosa

Documental: Hasta la iluminacion

La documentalista (y practicante de yoga) Kate Churchill, está decidida a demostrar que el yoga puede transformar a cualquiera.
Nick Rosen un periodista un tanto escéptico, pero decidido y valiente,  ha vuelto a revisar todo lo que caracteriza a los "buscadores".

Kate sumerge a Nick en el yoga, y lo sigue por todo el mundo y ve como analiza lo bueno, lo malo y lo feo del yoga. Nick se compromete, por su parte, a ser su conejillo de indias, sin amedrentase ante los maestros espirituales reconocidos, no se contenta ni con el carisma ni con las sabias palabras.
Este documental, es un recorrido por la experiencia, en la búsqueda de lo que todos deseamos: transformación real,




Fuente | http://lospasosdelalma.blogspot.com/

DHAMMAPADA: El Camino De La Rectitud


Dhammapada es literalmente Camino de la Enseñanza, es considerado el texto cumbre del budismo y  con una antiguedad de 2.300 años, esta obra contiene lo esencial de la enseñanza budista.

Cuando los discípulos pidieron a Buda que nombrase un sucesor, él contestó:  "La enseñanza es el maestro"

El Dhammapada es la médula misma de la enseñanza budista. En él, el Buda nos acerca a la Triple Gema: moralidad en la conducta, cultivo de la mente y desarrollo de la sabiduría interior; nos señala las tres raíces del dolor: el autoengaño, la avidez y el odio, y nos muestra la vía de su superación: el autoconocimiento, el desapego y el amor.

Descargar | Dhammapada. El Sendero de la Realización Interior [Libro]
Descargar | Dhammapada. El Camino De La Rectitud [Audiolibro]

Vive ahora, hazlo ahora.

No te detengas por lo que aún no ha sucedido o por lo que ya está terminado. 
Vive ahora, con todo lo que tienes. No hay necesidad de esperar a que todo sea perfecto. 
Vive ahora en este momento, con lo que tienes, antes de que tus únicas oportunidades se hayan ido. Algunas cosas pueden resultar grandes, y otras cosas pueden ser decepcionantes. 
Vive ahora, cuando se puede hacer todo lo posible con lo que tienes. Aun cuando los desafíos parecen imposibles y abrumadores, siempre hay algo que puedes hacer para marcar una diferencia positiva. Vive ahora, hazlo ahora. 
Ninguna acción se pierde cuando se lleva a cabo con auténtico propósito. Vive ahora, con significado, y aprovecha este momento para traer nueva riqueza a tu mundo. 
Estas aquí ahora para disfrutar, experimentar, crear y lograr,amar y vivir. 
Vive ahora, porque ahora es el momento precioso de tu vida. 

- Ralph Marston 
Fuente | http://lospasosdelalma.blogspot.com/

Meditación: El sabernos gotas de un mismo océano (VI)



El cuento de la serpiente y la cuerda 

Cierta vez, un hombre que regresaba a su casa, vislumbro a lo lejos una serpiente.
Su mente reacciono al animal con temor.
 Su cuerpo se puso tenso.
Su cabello se erizo.
Comenzó a transpirar y se le seco la boca.
Su corazón comenzó a latir rápidamente.
Dominado por el miedo tomo, un palo y saltando sobre el animal comenzó a golpearlo tan violentamente que en uno de esos golpes se partió la rama, golpeándolo a el y dejándolo inconciente.
Al despertarse, asombrado descubrió que la serpiente no era tal. Era un trozo de soga.



Según la doctrina advaita, la multiplicidad de este mundo fenoménico y la diferencia entre las almas (ātmā) y Brahman (Dios) es solo maya (irrealidad): la realidad es que solo hay Dios.

Según la doctrina sankhya y vedanta maya se identifica con prakriti (‘materia’) y con pradhana (pre-sustancia desconocida, fuente de la materia), y —también según la filosofía vedānta— es la fuente del universo visible.

Según el shivaísmo, maya es uno de los cuatro pāśas, o ‘nudos’ que atan al alma a este universo material.

Según los budistas, mara (maya) es la duplicidad

Maya es un término sánscrito que se puede traducir como “ilusión”, “espejismos” o “irrealidad”. Se utiliza para designar algo que no es real y se emplea para hablar de la irrealidad o ilusión del mundo en que vivimos, nuestro mundo maya

No entiendo -digo -¿Cual es la ilusión que vivo cada dia de mi vida?
Soy una persona con estudios. Se lo que es bueno y lo que es malo e intento hacer el bien a mi prójimo.  ¿Como es que vivo una ilusión?

Bajo la influencia de Maya, el hombre piensa que puede ser feliz dentro del mundo material y temporal.

La naturaleza del mundo material es tal, que cuanto más tratamos de explotar una situación material, más nos enredamos en las redes de maya y sabemos que:


Una mente en exceso ajetreada con problemas y tareas mundanales, se nutre de la misma energía del mundo y queda atrapada en la tierra.


Al actuar bajo la influencia de Maya, nos vemos sujeto la ley del Karma (causa y efecto; acción y reacción).


Maya es un engaño, un truco, un espejismo que nos hace pensar que la eternidad y la felicidad residen en las actividades del mundo material y es allí donde encontramos la causa del sufrimiento, porque
bajo su influencia, olvidamos nuestra naturaleza divina.


Dualidad. Nos creemos que somos seres individuales, vivimos como seres individuales, y es ahi nos convertimos en la mayor expresion de ilusión.

Todo el tiempo nuestra mente marca el limite entre El y Yo. La dualidad es ignorancia.

10 pasos para sentirse más consciente


1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.   

2. Vive en el presente, que es el único momento que tienes.  Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.   

3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.   

4. Renuncia a tu necesidad de aprobación externa.  Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.   

5. Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.   

6. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro.  Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior . Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.   

7. Libérate de la carga de los juicios.  Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.   

8. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas.  Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.  

 9. Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor.  El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.  

10. Comprende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.

- Tomado de texto sin referencias

Meditación: El sabernos gotas de un mismo océano (III)

Hablamos en entradas anteriores, un poquito sobre meditación. Dijimos palabras tales como autoconocimiento, búsqueda interior, silencio y atención.

Buscamos, queremos alcanzar un estado de profunda paz, de armonía.
Queremos comprender, entender y saber...
Tenemos como un "instinto" que dice que nuestra búsqueda es hacia dentro, ya que hasta ahora, de la experiencia vivida, lo de afuera no me genera estados de quietud, ni armonía. Sin embargo a la hora de sentarme, cerrar lo ojos e intentar aquietar mi mente solo obtengo mas inquietud...

La pregunta que nos hacemos es ¿Por que? sin embargo, creo que la pregunta correcta es ¿que estoy haciendo para encontrarme en esta situación?

Sabemos que una mente en exceso ajetreada con problemas y tareas mundanales, se nutre de la misma energía del mundo y queda atrapada en la tierra.


El Talmud dice:
“Las cosas de este mundo, no son tal como son, sino tal como somos…”

... y para redondear la idea sabemos también que "El mundo es un reflejo de mi interior" 

Esto no nuevo, no estoy descubriendo la pólvora, sin embargo nunca reflexionamos lo suficiente al respecto, hasta el momento mismo de cerrar los ojos e intentar aquietar nuestra mente...
"Una mente en exceso ajetreada con problemas y tareas mundanales, se nutre de la misma energía del mundo y queda atrapada en la tierra."
Ahora, esta frase suena con mayor fuerza, hasta casi nos golpea, porque comprendemos que si no comienzo a estar atento a mis pensamientos, a mis palabras y a mis actos, me alejo de la calma en el momento de intentar conseguirla.
Para alcanzar un estado de paz, debo llegar a ese momento, de forma adecuada.
Veamos un ejemplo cotidiano:
  • Me levanto y hago zapping de noticieros.
  • Durante el día tomo café en exceso.
  • Discuto con mi jefe/compañero/hijos/etc por... el clima.
  • Camino a casa, mastico en pensamientos toda suerte de desagradables ideas sobre... el clima.
  • Como estoy ansioso/a compro dulces (muchos) y/o salados (muchos) y los "acompaño" con bebidas colas.
  • Llego a casa y me siento a practicar meditacion. 
¿Que creen que pasara? ¿alcanzare el Nirvana o tendré un Samadhi? 
La senda espiritual es un largo camino de purificación - rezan los sabios. 
Dentro de este proceso de purificacion, entra el comenzar a alimentar mi cuerpo y mi mente, con el alimento correcto. Comenzar a ver que pienso, que digo y que hago, es comenzar con ese proceso para luego tener buenos pensamientos, buenas palabras y buenos actos.
De esta manera al cerrar los ojos, mi mente, estara un poquito mas cerca del corazón que del mundo.

¿Quienes son maestros?

La Estrella del Héroe. Nicholas Roerich 1931.
...Maestro, profesor,  educador, instructor, pedagogo, preceptor, mentor, ayo, guru...

Según ciertas tradiciones, necesitamos de maestros, de guias espirituales...

Es verdad; ¿como saber si mis pensamientos son correctos; como saber si voy recto por la senda, si no es por la guia de un guru?
El maestro llegara cuando aprenda a ser discípulo, ¿y mientras tanto de quien aprenderé? ¿Quien me iniciara? ¿quien guiara mis pasos?
La vida es una sadhana llena de maestros. Así reza el Avadhuta Gita, (parte del alma del Srimad Bhagavatam)

Extracto tomado del Avadhuta Gita

“Me parece que eres un hombre feliz. Tu rostro tiene la serenidad que sólo puede encontrarse en quien halló su paz interior. Los hombres de este mundo corren afanosos tras las cosas efímeras, como fortunas y placeres de los sentidos. En medio de ellos, tú pareces encontrarte apartado. Cuando un bosque se incendia, si un elefante es capaz de huir de semejante calor, y puede sumergirse en las aguas del río Ganges, la satisfacción que él halla es comparable a la que tú tienes ahora en tu rostro.
Luces como alguien que ha escapado del fuego del deseo y de la persecución de la cosas de esta tierra, que es lo que hacen la mayoría de los hombres. La felicidad que pareces tener interiormente se refleja en tu rostro lleno de serenidad.
¿Podrías decirme cómo has llegado a ese estado?” Dattatreya le dijo:
“¡Oh Rey!, lo he alcanzado a través de varios modos. He llegado al final de todas mis búsquedas y mi deambular tratando de hallar la paz y también la Verdad. En esa tarea he tenido muchos Maestros. Te diré quiénes son y cómo me enseñaron a vivir sin ser afectado por los deseos”. 
“Mis Maestros son: la tierra, el viento, el cielo, el agua, el fuego, la Luna, el Sol, una paloma, la serpiente pitón, el océano, una polilla, una abeja, un apicultor, un elefante, un cervatillo, un pez, una mujer llamada Pingala, un animal pequeño muy parecido a la ardilla llamado Kurari, una jovencita, un arquero, una víbora, una avispa que construye sus propias celdas, una araña y mi propio cuerpo. Estos veinticuatro seres que te mencioné han sido mis Maestros a quienes mi mente eligió como mis Gurus. 
De sus comportamientos, tomé las lecciones que son esenciales para avanzar en la búsqueda de la Verdad." 
El texto continua diciendo: - "Ahora voy a decirte cuáles son las lecciones que aprendí de cada uno de ellos”. (que sera tema de otra entrada.)

La vida es una sadhana., y esta llena de maestros, Estando atentos estamos con el guru.

Meditación: El sabernos gotas de un mismo océano (II)

Mencione en la entrada anterior que Autoconocimiento es saberse parte de la creación e ir a buscarse.
Es una hermosa frase, y esconde (o deja ver) tanta verdad que la creo, el sentido de la vida misma.

Ir buscarse(me), encontrarse(me), ser uno con EL, volver a casa...
"Soy como un muñeco de sal, que queriendo conocer la profundidad del océano, ya nunca mas volvió."
Me fundí con El. Soy uno con El
¡Es maravilloso! ¿pero como hacerlo?

A lo largo de la historia de la humanidad, los sabios no han dejado herramientas para lograr la mayor conquista del ser humano: La auto-conquista. El autoconocimiento.

Leamos con detenimiento lo que el Dhammapada (Capitulo II - Atención)  nos dice:.
En verdad, la atención
es la senda hacia la Inmortalidad;
la negligencia nos conduce a la muerte.
Los que son atentos jamás perecen, pero los que son negligentes
es como si ya estuviesen muertos.

En verdad, la atención es la senda hacia la Inmortalidad. ¿Atención?
Atención. Vigilancia a lo que pensamos, decimos y actuamos.
Atención todo el tiempo. 24 hs al dia por el resto de mi vida. No hacerlo, es negligencia y sabemos que la negligencia nos conduce a la muerte...

¿Imposible? Si, si se creo que lograr la atención es un suceso. No hay sucesos en la senda espiritual. (a menos que EL SEÑOR lo diga,obviamente)
La senda espiritual es un largo camino de purificación - rezan los sabios. 
Es un proceso, lento, gradual de purificación. Y es aqui, donde entra en mi vida la meditación.
La meditación, es una herramienta de purificación mental.
Un pregunta común es ¿Porque debo purificar mi mente?
Porque la mente en apariencia, es el centro de control de mis pensamientos, mis palabras y mis acciones. por lo tanto,
Una mente serena es un SER atento.

(Extraña afirmación que en las próximas entradas iremos viendo con mas detalles)

Meditación: El sabernos gotas de un mismo océano (I)


A la pregunta ¿Que es meditación? Hay cientos de miles respuestas... (u opiniones...)

Sin embargo, hay una respuesta sencilla a una pregunta como esta. El tema, es que estamos tan (auto) castrados de espiritualidad que la respuesta resultaría de difícil de comprensión  si no comenzamos por otras preguntas.

Hablar de Amor, Dios, Fe y Devoción es para algunos, propio de un reducido grupo de personas. Creemos que son palabras de religiosos y no de nosotros. Para nosotros es mas común hablar del ultimo auto, el ultimo pantalón, el ultimo celular, etc. Nos sentimos mas identificados con esos temas que con espiritualidad.

Sin embargo nos preguntamos ¿Que nos lleva a interesarnos en meditar?
Podemos dar una respuesta mística al respecto, sin embargo todos coincidimos mas, cuando decimos que buscamos paz, armonía, amor, nuestro centro, tranquilidad; hablamos de lo mismo: un estado permanente de felicidad.

 ¿Qué es felicidad? y ¿Qué es placer?
La felicidad en el camino espiritual se asocia a un estado del alma donde el ser se siente en paz.
Cumplir con un objetivo. Comprar una casa o un auto, salir con María o Pepito. Eso es satisfacción. Placer inmediato si se quiere.
Estoy satisfecho cuando tengo hambre y como, pero al cabo de un rato vuelvo a sentirme INsatisfecho…

La felicidad que buscamos “sabemos” que dura mas. Tenemos presente, damos como seguro que hay un estado de plena felicidad permanente.

La felicidad es un sentimiento permanente. Algo que tiene que ver con una búsqueda interior. Algo que nos lleva a replantearnos si podemos conseguirlo afuera, en el mundo “placentero” o en el silencio y recogimiento interior.

Experimentamos muchas veces la satisfacción y el placer, y es por eso que sabemos o mejor “deseamos” un sentimiento mas… permanente.

¿Que será esa felicidad  permanente que buscamos? Y mas aun ¿Como alcanzar esa felicidad?

Autoconocimiento 

Autoconocimiento es sabernos gotas de un océano que cuando se funden con este, se convierte en mar.
Soy como un muñeco de sal que queriendo conocer la profundidad del océano y ya nunca mas volvió. Me fundí con El. Soy uno con El
“Como las joyas… Hay cientos de joyas, pero el oro es uno.”
“Hay ciento de colores de vacas. pero la leche, es una.”

Autoconocimiento es saberse parte de la creación e ir a buscarse.

La meditación tiene mucho, quizá todo que ver con esta búsqueda; Por eso nos detenemos y leemos... Reconocemos que en el silencio esta la llave, y la meditación es la puerta-cerradura .

Tagore: El Guru del Amor


Sir Rabindranath Tagore, nacio en Calcuta el 7 de mayo de 1861, y murio en Santiniketan el 7 de agosto de 1941) fue un poeta bengalí; poetafilósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que fue premiado con el Premio Nobel deLiteratura en 1913, convirtiéndose así en el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.

Tagore, también conocido como Guru del Amor, revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali.
Tagore extendió el amplio arte bengalí con multitud de poemas, historias cortas, cartas, ensayos y pinturas.
Tagore fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Dos de sus canciones son ahora los himnos nacionales de Bangladés e India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana.

Dejo hoy, un fragmento de su maravilloso poemario: Gitanjali u Ofrenda lírica, como se tradujo en español.

Fue tu voluntad hacerme infinito. Este frájil vaso mío tú lo derramas una y otra vez, y lo vuelves a llenar con nueva vida. Tú has llevado por valles y colinas esta flautilla de caña, y has silbado en ella melodías eternamente nuevas. Al contacto inmortal de tus manos, mi corazoncillo se dilata sin fin en la alegría, y da vida a la espresión inefable. Tu dádiva infinita sólo puedo cojerla con estas pobres manitas mías. Y pasan los siglos, y tú sigues derramando, y siempre hay en ellas sitio que llenar. 


 Cuando tú me mandas que cante, mi corazón parece que va a romperse de orgullo. Te miro y me echo a llorar. Todo lo duro y agrio de mi vida se me derrite en no sé qué dulce melodía, y mi adoración tiende sus alas, alegre como un pájaro que va pasando la mar. Sé que tú te complaces en mi canto, que sólo vengo a ti como cantor. Y con el fleco del ala inmensamente abierta de mi canto, toco tus pies, que nunca pude creer que alcanzaría. Y canto, y el canto me emborracha, y olvido quien soy, y te llamo amigo, a ti que eres mi señor. 


 ¿Cómo cantas Tú, Señor? ¡Siempre te escucho mudo de asombro! La luz de tu música ilumina el mundo, su aliento va de cielo a cielo, su raudal santo vence todos los pedregales y sigue, en un torbellino, adelante. Mi corazón anhela ser uno con tu canto, pero en vano busca su voz. Quiero hablar, pero mi palabra no se abre en melodía; y grito vencido. ¡Ay, cómo me cojes el corazón en el enredo infinito de tu música, Señor!